Un mes y medio de aventura
A un mes y medio de nuestra misión y los lugareños eran conmovedoros, no tenían nada pero regalaban lo poco que tenían con mucho gusto. Nuestro proyecto para construir una escuela avanzaba, trabajábamos todos los días. Todos participaron, los adultos eran bajo las órdenes de del jefe Stéphane y los niños también ayudaron en algunas tareas en buen humor. Los paredes se levantaban y cuatro habitaciones empezaba a tomar cuerp.